Municipio de Quito fortalece la atención con dignidad a personas habitantes de calle

Quito, 28 de agosto de 2025.- Desde el año 2013 hasta el 2025, la población de personas habitantes de calle pasó de 2.780 a 4.360, lo que representa un incremento del 65,3% en 12 años. Este dato debe comprenderse en un contexto más amplio, en el que influyen fenómenos como la movilidad humana interna y externa, el consumo problemático de sustancias, la pobreza extrema y la desintegración social, todos ellos factores estructurales que empujan a las personas a habitar la calle.

Es importante señalar que estas cifras corresponden a una proyección técnica, elaborada a partir de los diagnósticos situacionales realizados por el Municipio de Quito en 2013 y 2022. Hasta la fecha, no existe otro estudio oficial, ni del Estado ni de instituciones privadas, que aborde de manera sistemática esta realidad.

En este marco, es clave distinguir entre personas habitantes de calle y personas con experiencia de vida en calle. Los primeros son aquellos que, debido a la combinación de factores estructurales (pobreza, falta de educación, violencia, migración) e individuales (baja autoestima, consumo problemático, conductas inadaptadas), han roto sus vínculos familiares y sociales, encontrando en la calle su principal espacio de subsistencia, descanso e interacción. En contraste, las personas con experiencia de vida en calle no habitan de forma permanente en ella, pero permanecen largos periodos en el espacio público, desempeñando actividades precarias como limpieza de parabrisas o calzado, cuidado de autos, estibación, reciclaje o comercio no regularizado.

De enero a julio del 2025, el Municipio de Quito, a través del Patronato San José, ha atendido a 4.506 personas mediante servicios integrales con enfoque de derechos humanos, con acciones orientadas a la reinserción social que incluyen apoyo psicosocial, alimentación, talleres formativos, acogimiento, medios de vida y otros factores de protección, articulados con la red de servicios municipales. 

El principio fundamental y la normativa es la voluntariedad, lo que significa que el acceso a los servicios se realiza siempre con el consentimiento de la persona, respetando su decisión y su dignidad. Este enfoque busca que cada usuario participe activamente en la construcción de un proyecto de vida, garantizando que la atención no sea una imposición, sino una oportunidad libremente aceptada para recuperar derechos y reintegrarse a la sociedad.

El proceso de atención inicia con la intervención social a través de abordajes directos. Cuando se identifica a una persona en estado de consumo, se le ofrece el servicio de contención inicial y, al día siguiente, se le consulta si desea vincularse voluntariamente. Si acepta, ingresa al Hogar Comunidad de Calle por un periodo de tres meses. Cumplido este tiempo, puede continuar en el Hogar de Vida, con una permanencia de seis meses a un año, o más, según cada caso.

De manera complementaria, las personas que no están bajo el efecto de sustancias pueden acceder a servicios municipales como los comedores comunitarios de Calderón, Conocoto y San Bartolo, además del Hogar Comunidad de Calle, siguiendo el mismo proceso de continuidad hacia el Hogar de Vida. En el caso de la población en situación de movilidad humana, pueden acceder a los comedores comunitarios y la Casa del Hermano, en este último, la estancia es de 15 días, tras lo cual se gestiona la vinculación con la red de albergues.

Datos clave sobre habitantes de calle en Quito

Dato

Cifra

Personas habitantes de calle en 2013

2.850

Diagnóstico 2022 (habitantes de calle en Quito)

793 personas

Incremento 2013-2025

65,3%

Personas habitantes de calle en 2025 (proyección)

4.360

Hombres

90%

Mujeres

10%

Nacionalidad extranjera

40%

Nacionalidad ecuatoriana

60% (principalmente de Manabí, Guayas, Esmeraldas y Cotopaxi)

Rango de edad más frecuente

30 a 64 años (65%)

Personas atendidas por el Patronato (ene-jun 2025)

3.942

Diagnóstico situacional de personas habitantes de calle, Quito 2022.

La estrategia actual busca descentralizar los servicios. Para ello, el Patronato San José trabaja de manera articulada con las administraciones zonales, que reciben acompañamiento técnico y metodológico para brindar respuestas inmediatas y efectivas a la población en situación de calle. Además, la atención se refuerza con los servicios de salud brindados por la Secretaría Metropolitana de Salud y la Unidad de Bienestar Animal (UBA), para la atención a sus animales de compañía.

El Municipio de Quito reconoce que ninguna persona debería habitar la calle y aunque esta atención corresponde al Gobierno Nacional, asume con decisión el desafío de acompañar con dignidad a quienes más lo necesitan. Con acciones de protección, inclusión y cercanía, fortaleciendo su compromiso para que cada persona pueda recuperar su esperanza y reconstruir su lugar en la comunidad.

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